La hierba de San Juan (Hiperico), de flor amarilla, puede encontrarse en toda Europa y en gran parte de Asia, América y Australia. Las hojas presentan llamativos puntos negros. Estos puntos son depósitos diminutos que contienen una sustancia activa: la hipericina. Durante mucho tiempo se pensó que era la sustancia activa principal; hoy sabemos que es el conjunto de distintos componentes lo que proporciona el efecto estabilizador. Hace poco tiempo que se ha descubierto que la hierba San Juan estimula la glándula pineal. Esta glándula produce melatonina, una hormona muy activa que actúa sobre los nervios y el control hormonal y que juega un importante papel en todo el organismo.
La hierba de San Juan tiene efectos estabilizadores y reconfortantes en casos de cargas nerviosas y psíquicas, suavizando los efectos del estrés. Regula y mejora las funciones del sistema nervioso. Tiene efectos favorables en estados de tensión y de depresiones leves. La hierba de San Juan por una parte, relaja y por otra, mejora los estados de ánimo. No produce sueño, por lo que no reduce ni la capacidad de trabajo ni la de reacción. En armonía con la naturaleza y el medio ambiente puede conseguirse, sin perjuicio alguno, equilibrar y reconfortar el fatigado sistema nervioso.
Para que se produzcan los efectos reconfortantes de la hierba de San Juan cuya eficacia ha sido ampliamente demostrada, debe ser administrado durante un tiempo prolongado. Los efectos se presentarán de forma lenta y su intensidad irá aumentando en un plazo de 2 a 3 semanas. Durante su administración debería evitarse la exposición a los rayos ultravioleta.